:
La frase "lo tenemos frente a nosotros y no lo vemos", bien pudiera recaer sobre algunos materiales de construcción, que teniéndolos en una muy buena cantidad, no hacemos uso de ellos para mejorar nuestros tipos de construcciones.
Se presentó un prototipo denominado Lima (Low Impact Mediterranean Architecture), este prototipo de vivienda desarrollado por capital privado, consigue eliminar el 97,4% de las emisiones de CO2 de una vivienda convencional, además de reducir el consumo de agua un 52,9% y de materiales constructivos un 83,7%.
Joan Sabaté, que es el director de este proyecto, ha explicado en rueda de prensa que el material constructivo utilizado tanto en la estructura como en el aislamiento es madera de pino austríaco porque 'la madera absorbe buena parte del CO2 (dióxido de carbono) emitido por el edificio' y, además, 'es un material renovable y reciclable del cual el mercado europeo sólo consume un 2% de su producción'.
En el prototipo se han eliminado al máximo la utilización de materiales que consumen una gran cantidad de energía para su fabricación, como es el caso del hormigón, el acero y otros metales, así como sustancias contaminantes como el barniz.
Estos materiales han sido sustituidos por otros que han permitido que el 65% de la vivienda esté construida con materia vegetal renovable y que el sistema constructivo pueda aplicarse tanto en obra nueva como en rehabilitación.
En este último caso, Sabaté ha explicado que lo que se realiza es 'un revestimiento del edificio con los nuevos materiales, aunque hay variaciones del proyecto que permiten conservar las fachadas de edificios de interés arquitectónico'.
El prototipo incorpora sistemas de generación de electricidad mediante placas solares y de reciclaje de aguas pluviales y residuales que permiten a los inquilinos importantes reducciones de los costes económicos de la vivienda porque 'aunque la construcción es un 2% más cara que la de una vivienda tradicional, el ahorro posterior compensa con creces los costes de construcción'.